lunes, 27 de junio de 2011

Semana Pródiga....Feliz Día del Periodista





Esta semana pasada ha representado para muchos de los que vivimos en la ciudad de Valencia una bocanada de aire fresco. Primero, un hecho que afecta la comunidad LGBT a nivel mundial como lo fue, la aprobación de la resolución L.9 Rev 1 de la Organización de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, y segundo, la primera vez que se organiza una marcha del orgullo gay en la novia del Cabriales.

La resolución L.9 Rev 1 constituye un importante precedente en la lucha legal de la comunidad por la reivindicación de los derechos que nos pertenecen y que se nos han negado históricamente por prejuicios religiosos, sin mayores cambios a pesar de los grandes avances que en dicha materia han sido alcanzados en diversas partes del mundo y en la misma Latinoamérica. El bloque de países que votó en contra de la resolución en su mayoría eran naciones donde el estado deja de ser secular para ser controlado por el poder religioso.

La libertad de culto es tan sagrada como la libertad que tenemos todos a amar a quien escojamos, sin ninguna distinción que prive sobre esta decisión. El término matrimonio debe ser reinventado o se debe reeducar a nuestras sociedades acerca de su significado, desde los albores de la historia esta palabra ha sido asociada con la consagración de ritos religiosos pertinentes a la unión de parejas en base a reproducción como elemento supervivencia de un grupo por identificación mayormente étnica.

En los Estados Unidos de América, el movimiento pro defensa de los derechos de la comunidad LGBT se encontró con esa disyuntiva cuando se propuso la figura de la unión civil para parejas del mismo sexo, sin que esta sea llamada matrimonio. La creación de uniones civiles aun cuando provee de derechos a quienes se acojen a ella, no deja de tener un tinte discriminatorio, pues crea dos tipos de ciudadanos en términos legales, en este sentido los activistas americanos decidieron seguir luchando por igualdad total.

El pasado sábado 25 de junio, se celebró en mi ciudad natal, Valencia, la primera marcha del orgullo gay como marco celebratorio al día internacional de la lucha de los derechos LGBT, numéricamente discreta con cifras alrededor de 200 personas, pero llena de una gran significación por el hecho de ser una ciudad conservadora. Lo más decepcionante fue la cobertura del evento por parte de El Carabobeño en su versión digital del día 26 de junio, que en ningún momento hizo mención a que era una marcha de orgullo gay.

Hoy día del periodista, me pregunto ¿Hasta qué punto la línea editorial de un diario debe ser independiente de las directrices del poder?, en la escuela de periodismo me enseñaron las funciones de un comunicador: informar, educar y persuadir. Esto me hace inferir que las ataduras del diario con la cúpula de la jerarquía católica fueron más fuertes que el deber de informar con veracidad, me parece abominable que la pura especulación de la salud de Chávez y los derechos humanos de los reos de la actual crisis carcelaria, hayan privado más que la dignidad de un importante grupo de constituyentes.

Sólo me queda seguir luchando para que sea reconocidos los derechos de todos mis congéneres sin distinción y sin agendas ocultas que dejen al margen de trascendencia la necesidad de ser dignificados por lo que somos “seres humanos”.

Oscar Guevara Perez

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